
15 de septiembre de 2018
ENCUENTRO CON LOS OBJETOS

Por Rosaura Gonzalo.
Artista plástico y pintora de la Virgen del Valle.
puertalcielo.com / puertaalcielo.com.ve
Llegando a mi casa, después de estar ocho días hospitalizada, donde presencié muchas cosas y otras, las viví, me fui directo a mi cuarto y vi un caballito hecho de paja, y vi la cabeza hecha en cerámica de un caballo, hecho por una de mis hijas en Alemania. Y tuve un encuentro con el ayer, con objetos que me había habituado a verlos. Y claro, llegando al hogar que comparto con mi hija, me sentí tan feliz de tener a dónde llegar.
Y fui paseando la mirada por todos esos objetos: candelabros, palomas, portarretratos, medallas de graduación, y me di cuenta, descubriendo, que cuando uno los tiene se hacen habituales y simplemente no los ves, más siempre están allí.
Quizás el haber pasado esos traumáticos días me ayudó a ver la vida de una manera distinta, y volví a recordar esas vivencias bellas; yo creía que estaba totalmente desprendida de las cosas materiales, y antes las miraba como algo que en algún momento tuvo importancia y ya. Pero hoy descubrí, que hay un remolino de amor, de afecto, alegría en cada una de las cosas que tenemos.
Si hay un desprendimiento, a medida que uno envejece, de las cosas que antes parecían tan importantes, pero hoy fue como si me hubiese pasado un tornado por encima… me hizo apreciar las cosas bellas que tenemos, olvidándome por un momento de estar sumergida en esta inquietud que nos está deparando el destino. Y el encuentro con ellos me sirvió no solo para descubrir que son adornos, sino para entender la grandeza de Dios, que en estos días de tantas dificultades, Él siempre está.
Sumergidos en esta ola de angustia perenne que estamos viviendo a todos los niveles, volteo mi mirada y veo el caballito, y sé que Dios y la Virgen María están ahí. Y que en cada uno de los adornos, cuadros, en fin, son tantos los detalles que hay, hay un arcoíris de felicidad, y eso solo se consigue a través de la fe, el amor, la paz interior y el saber que ellos siempre están.
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