
15 de octubre de 2018
LOS 4 PILARES DE LA EDUCACIÓN

Por María Alejandra Ferrer y María Ana Ferrer.
Directoras de Family Time.
@FamilyTimeFerrer
Es importante recordar que los cuatro pilares de la educación son aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir, aprender a ser.
Aprender a conocer, combinando una cultura general suficientemente amplia, con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
Aprender a hacer, a fin de adquirir no solo una calificación profesional, más generalmente una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente, a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.
Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia, realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos, respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
Aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menos preciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar.
Actualmente los sistemas educativos formales le dan prioridad a la adquisición de conocimientos, olvidando que hay de otras formas de aprendizaje, como por ejemplo la educación emocional y la nutrición afectiva; se requiere definir nuevas políticas pedagógicas más adaptadas a la realidad que viven los estudiantes, docentes, sociedad en general, para que el proceso educativo sea realmente motivante y significativo para todos los involucrados.
El profesor Franklin Becerra, en su libro “Un Modelo Educativo en pos de la Excelencia” habla de la conquista del éxito: “Indudablemente, el principal triunfo de un ser se obtiene cuando se nace; desde ese momento se trae sembrada la semilla del éxito. Por eso, toda persona debe desarrollar sus inmensas potencialidades y capacidades que le proporciona el buen nacer. En fin, no solo hay que soñar y conformarse con lo que se ha logrado siempre, hay que aspirar y luchar por mejorar y aprender algo nuevo cada día. Así, triunfo, éxito, premio, gloria, excelencia, son las palabras que deben repetirse cada día, en los nuevos paradigmas educativos.
La excelencia es inherente a la naturaleza humana. La persona puede, si quiere, hacer de manera excelente ¡todo! en cualquier actividad o lugar donde actúe. Por lo tanto, hay que empeñarse en descubrir y reconocer el talento que tiene cada quien para estimularlo y desarrollarlo".
¡CULTURÍSIMA...
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