
15 de noviembre de 2018
LA LLEGADA DE COLÓN A AMÉRICA: ¿EL HECHO MÁS SIGNIFICATIVO
DE LA HISTORIA?
Por Ernesto Fuenmayor.
Estudiante de historia, política y sociología.
El género humano había estado separado durante unos 12.000 años por infranqueables kilómetros de océano hasta que Cristóbal Colón avistó las costas americanas. El hombre había llegado a América desde Asia alrededor del año 35.000 a.C. atravesando el estrecho de Bering, un puente de tierra que unía para aquel entonces el oeste asiático y el este de Norteamérica.
Un arduo y milenario viaje desde sus orígenes, el continente africano, había llevado al homo sapiens a tierras nórdicas. El planeta atravesaba en aquel tiempo la Edad del Hielo, fenómeno que había hecho a las lluvias desaparecer, remplazándolas por constantes nevadas que se acumulaban en glaciares. Consecuentemente el nivel de los océanos bajó, dejando al descubierto el célebre estrecho de Bering, una conexión que actualmente está totalmente cubierta por el mar de Bering y que lo ha estado desde el fin de la glaciación hace doce milenios.

Así fue, entonces, como los primeros “americanos” llegaron al continente. Este origen asiático del hombre americano explica varias similitudes físicas entre las poblaciones indígenas de América y aquellos que actualmente consideramos “asiáticos”.
El paralelo más obvio es el rasgo facial de los ojos achicados, producto de una porción extra de piel alrededor de dichos órganos. Este fenómeno genético tenía como objetivo evolutivo proteger al ojo en fríos asentamientos del este de Asia durante los milenios en que el homo sapiens se estableció allí. Otras convergencias genéticas son el pelo liso y oscuro, patrones dentales similares y narices de rasgos finos.

El fin de la Edad del Hielo y la desaparición del estrecho dejaron a los pocos pobladores de América absolutamente aislados del resto de la especie humana. El encuentro de Colón y sus hombres con los aborígenes a partir de 1492 fue por lo tanto de insondable importancia, tanto para la historia como para la genética humana.
Argumentar que la llegada de Colón a América ha sido el hecho más importante en la historia de la humanidad, sería tarea ardua si solo se pensara en el aspecto del comercio intercontinental al que dicho evento dio pie o a sus repercusiones culturales en América. Intentaremos, por lo tanto, esgrimir un pensamiento adicional, buscando acentuar la importancia del descubrimiento más allá de lo económico-cultural.
Para esto hay que pensar en lo que sucede a las especies que se ven aisladas en cuerpos de tierra: surgen con frecuencia divergencias en su fisionomía, un ejemplo claro es el de algunos mamíferos australianos, sujetos de anomalías no observables en otros animales similares a ellos en distintas latitudes. El canguro y otros marsupiales australianos, como una respuesta a su entorno y necesidades, desarrollaron un marsupio, pequeña bolsa en la que cargan a las crías. El ornitorrinco, otro particular mamífero australiano, es el producto de un desarrollo biológico único, consecuencia también de un entorno aislado de mamíferos comparables.

La llegada de Colón a América es, por lo tanto, la unión genética de una especie que durante 12.000 años se había embarcado en un proceso evolutivo que pudiese haber tenido efectos divergentes en ambas ramas. Es el encuentro definitivo del género humano, aunque las consecuencias hayan sido catastróficas.
El hecho moralmente repudiable del trato que se le dio a los pueblos originarios de América no disminuye el valor histórico del contacto entre ambas poblaciones. Es a la vez indiscutible que este encuentro iba a suceder con o sin Colón, el afán Europeo por conseguir una ruta rápida hacia las Indias era indetenible. Lo cierto es que fue Colón quien lo logró, y el mundo no volvió a ser el mismo. Cambiaron los mapas, se transformó el comercio, disminuyó terroríficamente la población americana, el continente europeo se encontró con riquezas que parcialmente facilitaron la Revolución Industrial, se extinguieron culturas milenarias y avanzadas como los mexicas o los mayas y, además, se encontró el homo sapiens genéticamente.
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