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15 de octubre de 2018

¿PUEDEN SER DOMESTICADOS
LOS ANIMALES SALVAJES?

Por Francisco Rodríguez.
Estudiante de Psicología, Acompañante Terapéutico.

@Infomaníaco

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De niños o incluso adultos, puede ser que a muchos de nosotros nos haya cruzado el mismo pensamiento. Vamos al zoológico o vemos por la televisión a un tigre u otro animal salvaje, y pensamos “¡yo quisiera un chachorrito de esos!”. Pero en ningún momento nos planteamos si es posible que un animal, nacido para ser libre en la naturaleza, pueda ser domesticado para convertirse en nuestro segundo mejor amigo (ya que todavía ninguno le ha podido quitar el primer lugar al perro).

La domesticación de animales (y hasta plantas) nació de la necesidad humana, más específicamente de nuestros antepasados: los primeros cazadores y recolectores. El proceso de domesticación consiste en modificar genéticamente a una especie a través de la cría selectiva para que, eventualmente, el ser humano adquiera control sobre el comportamiento del animal. Históricamente, ha habido tres razones principales por las cuales los humanos hemos domesticado. El primero es crear una fuente de alimentos, como tomar los ancestros salvajes de las vacas y convertirlas en ganado. El segundo es utilizar animales para el trabajo, que pueden ir desde el transporte hasta el uso en la guerra, siendo los caballos el ejemplo más evidente. Luego está la domesticación para obtener mascotas y compañeros para los humanos, como en el caso de los perros y los gatos.

La domesticación no es algo que se da de un día para el otro, es un proceso que ocurre a lo largo de muchas generaciones de animales. Con el tiempo -muchas veces en la mayoría de los casos- los rasgos  indeseables se extraen de una especie. De todos modos, aunque esto ocurra, esos animales a menudo retienen la habilidad de mutilar y matar. Por ejemplo, cuatro millones y medio de personas son mordidas por perros cada año en los Estados Unidos. Incluso nuestros gatos, en ocasiones, nos dejan saber su descontento mediante uno que otro arañazo, un recuerdo de la naturaleza salvaje inherente que tienen todos ellos escondida y, en algunos de ellos, no del todo ocultas.

Pero aunque se han hecho maravillas con la domesticación de perros y gatos, esta palabra –“domesticación”- no puede aplicarse a animales exóticos como osos, tigres, leopardos, chimpancés, entre otros. De cachorro no lo parece, se ven adorables y tiernos, pero no se confíen. El instinto de matar no desaparece, y cuando crezcan, y sean lo suficientemente grandes, lo pueden intentar sin problemas. Por ejemplo, recientemente Julie Burris pagó $ 1,800 por un leopardo negro de nueve semanas. Ella pensó que era lindo y amistoso hasta el día en que la atacó y lastimó severamente su cabeza. Afortunadamente pudo sobrevivir, pero casos como éste se dan todo el tiempo, en donde la palabra “domesticación” se suele confundir con una palabra universalmente aplicable en el reino animal, y esto no es así. Es cierto que se pueden domar a algunas especies, pero ser domado por miedo o mediante el uso del hambre para obtener obediencia no es lo mismo que ser domesticado. Hay que tener en cuenta esto, y mejor optar por un perrito o gatito la próxima vez que queramos compañía en nuestro hogar.

En conclusión, no podemos domesticar animales exóticos porque éstos tienen sus instintos a flor de piel y supondrían un gran peligro; no están acostumbrados a nosotros, los seres humanos, y lograr esto requiere mucho más tiempo del que duran nuestras vidas. Además, su hábitat natural no es el nuestro, sino la naturaleza. Y pretender alejarlos de ella para que nos hagan compañía o que podamos impresionar a nuestros vecinos, es simplemente desconsiderado, y ellos sin duda no lo van a permitir sin una buena pelea.

Fuentes:

Henn, Corrine (2017). The Myth of Domestication: Why Exotic Animals Can Never Really be ‘Pets’. One Green Planet. Recuperado de:
http://normasapa.com/como-citar-referenciar-paginas-web-con-normas-apa/

Wilkins, Alasdair (2011). Why some animals can never be domesticated.
Gizmodo. Recuperado de:
https://io9.gizmodo.com/5756178/why-can-some-animals-never-be-domesticated

Zielinski, Sarah (201). Wild Animals Are Not Pets. Smithsonian. Recuperado de: https://www.smithsonianmag.com/science-nature/wild-animals-are-not-pets-25051705/

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