
15 de noviembre de 2018
LA PRINCESITA (1995)
“Yo soy una princesa, lo son todas las mujeres, aunque vivan en sucios y viejos desvanes, aunque se vistan con harapos, aunque no sean hermosas, listas o jóvenes. Todas somos princesas. Todas. ¿Nunca le ha dicho a usted eso su padre? ¿No se lo ha dicho?” .
Por Johana Mendoza.
Cineasta.
@joham6
¿Saben de esas películas que nos remontan a la tierna niñez y que con una sola de sus escenas podemos revivir infinidad de recuerdos y sensaciones? Así es esta película, una mezcla de colores, sueños, miedos, fantasías y lágrimas que nos ayuda a recordar que la vida es hermosa y que las risas y la inocencia pueden con todo.

Sara es una niña privilegia en imaginación que vive con su padre en un paraíso en la India, donde convive en medio del bosque con elefantes, y especiales amigos. Con la llegada de la guerra, el padre de Sara es reclutado, y se ve obligado a dejar a Sara en un prestigioso internado en New York, el mismo en donde estudió su fallecida madre.

Este colegio de renombre es dirigido por la inflexible Srta. Minchin, una mujer que impone carácter y normas a todas las estudiantes a su cuidado. Desde el principio, la directora ve a Sara como a una niña consentida, pero no le queda más que tolerarla por el dinero de su familia.
A su vez, Sara se gana a las chicas del colegio por sus historias fantasiosas sobre sus viajes, por su compañerismo y humildad. Así como también destaca entre los profesores por su fluido manejo del francés y otras artes. La pequeña extraña mucho a su padre y la situación empeora cuando es dado por muerto en batalla, entonces la Srta. Minchin se aprovecha de Sara, la destina a sirvienta y limpieza del colegio, y la vida le cambia para siempre.

Esta hermosa obra audiovisual corresponde al querido director Alfonso Cuaron, la misma estuvo nominada a los Premios Oscar en 1996, y ganó en 1995 el premio de Los Angeles Film Critics Association Awards. Está basada en la novela “A Little Princess”, de Frances Hodgson Burnett y fue una adaptación de la película “The Little Princess” de 1939, con Shirley Temple, aunque con cambios importantes que van desde la nacionalidad de la niña hasta alteraciones en algunos personajes.

Esta grata película nos recuerda que la fe es el mejor remedio para los males, y la esperanza, su amiga. No podemos olvidarnos de ver el mundo con fantasía e inocencia, aun cuando las situaciones más crudas nos abatan.
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