
¿POR QUÉ CUESTA CUMPLIR LOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO?

Por Francisco Rodríguez.
Estudiante de Psicología, Acompañante Terapéutico.
@Infomaníaco
Hemos arrancado con un nuevo año, y para muchas personas eso implica que es hora de empezar a juzgarnos en base a nuestros aciertos y equívocos a lo largo del año que acaba de culminar, sumado a la calidad de experiencias que hemos acumulado en ese trayecto. Y, en función de eso, llegar a una tajante conclusión: “Fue un año bueno o fue un año malo”. Pero también hay otra costumbre que muchas personas suelen tener, a veces de una manera más o menos firme.
Se trata de pensar en los propósitos para el año próximo y proponerse alcanzarlos: “¿qué quiero lograr en este nuevo año? ¿Leer más? ¿Realizar más actividad física? ¿Conseguir pareja? ¿Mejorar en mis estudios? ¿Conseguir o cambiar de trabajo? ¿Saldar mis deudas? Son muchas las opciones y depende de cada persona y sus prioridades.
No obstante, a veces el entusiasmo por percibir lo naciente de un nuevo año nos da la ilusión de que todavía falta mucho tiempo para que nos tengamos que esforzar por cumplir estas metas, de ahí que muchos de estos propósitos terminan en el olvido. La primera semana del año es la semana en la que la mayoría de objetivos, propósitos y resoluciones de año nuevo vienen a morir. Nueve de cada diez lo acabarán haciendo más tarde o más temprano, según John C. Norcross, profesor de psicología de la Universidad de Scranton.
Por eso mismo hay que reflexionar sobre estos propósitos de una manera clara y evitar la impulsividad que nos lleva a plantearnos objetivos demasiado grandes que pueden traernos culpa y frustración cuando no son alcanzados. Expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (EE UU) aseguran que para que esto no suceda es aconsejable tomar una serie de medidas:
En primer lugar, empezar cuanto antes, "porque la acción precede a la motivación, y no al revés", según explica la psiquiatra Hinda Dubin. No hace falta esperar a sentirse lleno de energía y plenamente motivado para empezar una dieta de adelgazamiento, por ejemplo. Cualquier pequeña acción dirigida a conseguir el objetivo facilita que lo llevemos a cabo. Un poquito hoy, otro poquito mañana, y cuando nos demos cuenta habremos alcanzado nuestro cometido.
En segundo lugar, tener en cuenta que si fallas hay que volver a intentarlo y aprender de tus errores. Muchas veces el fracaso nos hace creer que no somos capaces de alcanzar nuestro objetivo y eso puede traernos toda una serie de pensamientos negativos del tipo “no soy capaz” o “sabía que no iba a poder”, por eso es importante recordar que las cosas no se logran de un día para otro.
En tercer lugar, no tomes decisiones absolutas del tipo "nunca más". Sé realista y proponte reducir la frecuencia. Por ejemplo, si queremos dejar de fumar no es muy realista pensar que podremos pasar de 15 cigarrillos al día durante varios años a 0 para toda la vida. Hay que ir de a poco, reduciendo gradualmente el consumo.
Finalmente, los expertos sugieren que deberías contarle a alguien tus propósitos de Año Nuevo, porque te ayudará a tenerlos más presentes. Además, puede ser muy reforzante el tenerlos anotado por escrito, le da a nuestra mente la idea de seriedad.
Espero que estos consejos les puedan servir para motivarlos a comenzar a encaminarse hacia sus propósitos de año nuevo. En resumen, lo importante es empezar cuanto antes y no exigirnos demasiado. Al fin y al cabo, ya habrá otro año para más propósitos.
Fuentes:
Ringing in the New Year: The change processes and reported outcomes of resolutions (John C. Norcross, PhD).
Cinco consejos para lograr tus propósitos de Año Nuevo (Elena Sanz) en www.muyinteresante.es
¡CULTURÍSIMA...
INFORMAMOS DIFERENTE!

|